Escoge bien tu destino migratorio o la pesadilla solo habrá comenzado

Muchas veces nos gusta un país para emigrar, quizás porque hemos ido como turista, tenemos algún conocido ahí, hemos visto programas sobre ese destino donde te enamoras de sus locaciones o porque lees los datos estadísticos internos para determinar la calidad de vida, puede ser el nivel de desempleo, la pobreza, nivel de ingresos medios o datos similares. A pesar de todo lo anterior, existen cosas que determinan de mejor manera cual debe ser el destino a seleccionar.

De inicio existen muchas complicaciones para emigrar como son los papeles necesarios, los visados, traducciones oficiales (si el otro país tiene un idioma diferente al tuyo), el dinero para tal cometido y para los Venezolanos existen agravantes a dichos problemas, ya que los tiempos necesarios para los trámites gubernamentales son incalculables. Cruelmente aquí no termina el sufrimiento para el Venezolano, ya que una vez eliminada la vía de la migración educativa, se encuentran dos grandes problemas, el conseguir moneda extranjera y encontrar pasajes para el destino a precios razonables.

Sí superas estas trabas, los problemas están solo por cambiar de importancia y de repercusión psicológica, porque vienen todas las carencias que te encontrarás en tu nuevo hogar, como el conocer la sociedad, las costumbres, la cultura, la forma de búsqueda de empleo, el idioma, los comercios, el clima, las marcas a consumir, las zonas, en fin, lo que se considera bien y mal en la sociedad receptora. Por lo que es muy importante escoger con la cabeza y no con el corazón para minimizar los problemas a los que nos vamos a enfrentar en esta nueva situación migratoria, ya que solo seremos capaces de atacar un número limitado de inconvenientes y si nos generamos más de la cuenta por nuestra mala decisión podemos estar enfrentándonos a una pesadilla sin fin.

Muchas veces creemos que el país A en el norte del continente X es mejor que uno más mediterráneo, porque dicen las noticias que el nivel de desempleo es menor o porque el salario promedio es más elevado, pero la verdad generalmente es otra muy diferente a la que vemos desde fuera. Debemos recordar que una de las peculiaridades más importantes al emigrar es el como esa sociedad recibe o ve a los extranjeros, y el tipo de trabajos o el nivel jerárquico máximo al que un inmigrante puede aspirar, cosa que no le damos importancia a la hora de escoger, aunque para nuestra desgracia esos son detalles que solo se aprecian estando dentro en la rutina y sumergido en el día a día de cada sociedad, por eso es vital oír a quien haya pasado por esa situación. Por la creciente ola migratoria que azota a Venezuela, creo que es muy interesante entender, que las noticias pueden decir una cosa pero la realidad es otra muy distinta, por ejemplo, si tomamos los valores oficiales de desempleo de 3 países como pueden ser Canadá, España y Australia, veremos como los Canadienses son los que tienen menor índice de desempleo, seguidos muy de cerca de los Oceánicos (prácticamente empate técnico) y por cifras, los Españoles lo tienen más complicado, entonces ¿Un inmigrante consigue realmente más fácil empleo en Canadá?, luego de que des esa respuesta, planteó otra incógnita ¿Hasta donde puede escalar un inmigrante?

Son cosas con las que nos encontraremos una vez estemos ya viviendo las peculiaridades del sistema. No con esto quiero decir que Canadá sea mala opción, por el contrario, la considero una opción estupenda, pero hay que tener en mente que no será tan fácil como pensamos si solo vemos los datos estadísticos, tampoco deduzcan que entonces es fácil encontrar empleo en España como inmigrante, todo tiene su lectura, sus pro y contras. Personalmente tengo 3 parejas de amigos que su destino fué/es/será Canadá, en etapas migratorias muy distintas.

La primera pareja tiene ya unos cuantos años, es cierto que hoy están bien, que tienen casa y dos pequeños, pero en un principio las cosas no fueron color de rosa, son dos profesionales que entendieron de forma forzada que los títulos se ven bonitos en la pared y tuvieron que tirar de ingenio para encontrar sobrevivir, mi amiga una gran Comunicadora Social que hoy es mejor repostera (no desprecio en nada ningún trabajo u oficio, solo es para que tengan claro que hay que dejar de lado algunos paradigmas y prejuicios), algún día probaré tus creaciones, y mi gran amigo, logro en la parte comercial y atención al cliente estabilizarse pero de la Ingeniería Química, solo la capacidad para resolver conflictos es lo que usa a día de hoy, es cierto que ahora que son ya ciudadanos otro gallo es el que canta, pero para llegar a este punto hubo muchas lágrimas, sudor y desesperación.

Otro par de amigos, en cambio, decidieron migrar hace menos de un año, lo intentaron por la vía de los estudios y se encontraron como muchos Venezolanos, que el gobierno no está dispuesto a dejar que crezcas profesionalmente y una vez en la fría sociedad Canadiense, ven como los números son solo eso, números, que no reflejan la realidad de como un profesional debe afrontar el desempleo, tramite de papeles, búsqueda de empleo de menor rango, etc. También debo reconocer que tienen más de un frente abierto, algunos por culpa de terceros, todo sea dicho, pero se han encontrado más inconvenientes de los deseados, por ejemplo la diferencia cultural, de idioma, el de obtener los papeles y el dinero que cuesta mantenerse sin producir en ese proceso, el clima y las peculiaridades de la sal en inviernos fuertes y por supuesto el costo de los estudios sin la garantía de si ciertamente abrirán las puertas deseadas. Están comenzando, quizás en la época más difícil, luego del primer año y antes del tercero donde se termino la luna de miel con el lugar y comienza realmente la adaptación, que pega fuertemente a nivel emocional, solo les digo (se que sabrán que es de ustedes cuando lo lean) que paciencia y fortaleza que si se apoyan entre los dos lograrán superarlo, si se desesperan les crecerán los problemas y la depresión estaría a la vuelta de la esquina. También saben que la opción no tiene porque ser la final y definitiva, si las cosas no salen siempre hay la posibilidad de volver a migrar pero con una madurez adquirida por las experiencias vividas que serán de mucha ayuda, se los digo por experiencia… sigo creyendo que ese no es vuestro destino, pero les deseo que de quedarse ahí logren alcanzar todas las metas propuestas.

La tercera pareja que menciono, han terminado su proceso de papeleo y obtención de los permisos de residencia desde Venezuela, y están en la etapa de planificación para el asalto a Canadá, aunque muy inteligentemente se abrieron varias rutas de salida y por los momentos están disfrutando las oportunidades que les brinda España (también sabes que es de ti que escribo), puede que finalmente terminen sacando nieve en Canadá o que sigan disfrutando de las playas del mediterráneo con un tinto de verano o una caña en la mano. En un principio, cuando hablábamos me comentaba las ventajas que presenta un destino sobre el otro y a pesar de no coincidir en todos me pareció muy acertada la decisión, luego de las navidades volvimos a conversar, y fue donde mi amigo me comento que dejaría las vías abiertas a más de una posibilidad ya que el migrar es tan complicado que desea hacerlo más sencillo teniendo siempre su plan A y B, la mejor decisión será la pensada y contrastada, solo puedo decir que les deseo lo mejor del mundo y pronto nos veremos disfrutando del mediterráneo, del sol, la paella y unas cervezas…

Lo que intento expresar con estos ejemplos, es que no importa cuanto leas o lo que te digan unos bonitos folletos elaborados con el fin de enamorarte, a veces la opción fácil es la mejor, el complicarnos la vida porque supuestamente ese destino que seleccionamos es mejor en calidad de vida con respecto a otro dejando a un lado nacionalidad, familia y amigos en otro destino, cercanía cultural, idioma, etc, no es la mejor forma de emprender un viaje que es complicado, que requiere de tus mayores esfuerzos y que exige un auto aprendizaje profundo que no todo el mundo es capaz de llevar a buen puerto. He visto como personas descartan países como Colombia o Perú sin tener una idea clara de la vida actual en estos bellos países, solo dejándose llevar por las 4 cosas que se oyen en los medios gubernamentales de Venezuela.

Es buen momento para recordar que el mundo es muy muy muy grande y que dispone de muchas opciones diferentes para los Venezolanos, que a veces fuerzan la situación para migrar a un puñado de países, entendamos que hay vida más allá de los Estados Unidos, Canadá, Panamá, España, Portugal, Italia o Australia, destinos favoritos y comunes de la migración contemporánea del país. Siempre digo que la decisión es personal e intransferible, pero a pesar de ser cierto esta afirmación, creo que un buen consejo que le puedo dar a quien desee emigrar, es que pregunte a quien ya vive en el país, como es la situación, los costos exactos de la vida y que le recomiende portales donde se puede buscar empleo, para ver el movimiento antes de tomar el paso y ver si es común en las ofertas algunos requisitos para ir preparados.

Sí poseemos alguna doble nacionalidad ese debe ser el destino inicial, si tenemos familia directa que nos brinda ayuda puede que esa sea una buena opción, sino sabemos idiomas o nuestro dominio del inglés es limitado no aspiremos países que no sean hispanohablantes, si nuestro limitante es el dinero entonces olvidate de Europa y Oceanía, céntrate en latinoamerica que posee muchos destinos fabulosos, si eres un profesional con estudios entonces busca que país tiene mejores o mayores ofertas para tu perfil y así determina si logras cumplir con las otras condiciones, recuerda que solo tu te abres o cierras puertas, que con tu escogencia puedes generarte una cantidad infinita de variables a mantener controladas al emigrar y crear una experiencia más complicada de lo deseada, entiende bien que si la decisión es la correcta, la experiencia migratoria será muy complicada y sacrificada pero si por el contrario tu selección no es la correcta, tu infierno personal solo habrá comenzado.